En alas de la danza I: Hermes Pan y Michael Kidd
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Hermes Pan y Ginger Rogers |
Durante la época de oro del cine
musical hollywoodense ciertos actores colaboraban con ciertos coreógrafos que trabajaban con ciertos
compositores, cruzándose unos con otros todo el tiempo. La actriz Gwen Vedon,
quien fuese la mujer de Bob Fosse, enseñó a bailar a Gene Kelly, quien dirigió
una película coreografiada por Michael Kidd, quien hizo lo mismo para Vincente
Minnelli, quien dirigió a Fred Astaire, a quien coreografiaba Hermes Pan, quien
fuera amigo de por vida de Rita Hayworth y Ginger Rogers.
Los coreógrafos Hermes Pan y
Michael Kidd se encontraron una vez en los sesenta en los estudios de CBS,
cuando Jerry Jackson salía de ensayar con Pan. Ambos vieron entrar a Kidd con
otro artista. Pan le preguntó quién era ese que acababa de entrar. Lo mismo le
preguntó Kidd a Jackson cuando este se regresó a buscar algo que dejó olvidado.
Dos de los más importantes coreógrafos del momento ¡no se conocían!
Pan, de origen griego, nace en
Memphis, Tennessee, y es responsable por un buen número de coreografías de
musicales de la RKO para Fred Astaire y Ginger Rogers, incluidos Top Hat (1935) y Swing Time (1936). Amigo cercano de ambos, Pan se mantenía a la
sombra de las estrellas para las que creaba los números de baile. Nunca tuvo
formación musical formal, sin embargo creció cercano a la comunidad negra de su
nana, Betty. La cultura negra en Harlem crecía a principios del siglo veinte y
Pan estuvo allí para verlo. Fue chico del coro en Animal Crackers (1928) junto a los hermanos Marx en Broadway.
Conoció a Astaire un día que le enseñó algunos pasos que había aprendido de
niños negros en las calles de Nueva York. La colaboración entre ambos no se
detendría desde entonces. Sería además el coreógrafo de películas como My fair lady (1964), Kiss me, Kate (1953) y Can-can (1960).
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Michael Kidd (der) junto a Fred Astaire |
Kidd nace en 1915 y se cría en
Brooklyn. Abandona sus estudios de Ingeniería química para ir a la escuela de
ballet; tras años de bailarín coincide en el Teatro Americano de Ballet con
Jerome Robbins y el compositor Leonard Bernstein en la producción Fancy Free (1944). Coreografió para obras
de Rouben Mamoulian y Elia Kazan en Broadway, y para Fred Astaire y Cyd Charisse
(The band wagon, 1953), Gene Kelly (Hello, Dolly!, 1969), Stanley Donen (Siete novias para siete hermanos, 1954),
Julie Andrews (Star!, 1968), y Marlon
Brando (Guys and Dolls, 1955), además
de Mijaíl Baryshnikov y Janet Jackson, entre otros.
El estilo de Pan era muy parecido
al de Astaire. De hecho se parecían un tanto físicamente. Ambos creían en una
pisada fuerte, comprometida, de planta entera: desdeñaban el estilo de tap
conocido como tippytoes, en el que se
usan solo los dedos para pisar. Durante el rodaje de Swing Time Astaire sabía que Pan podría hacer del número Never Gonna Dance algo narrativo, que la
historia de los personajes fuese contada bailando. Y es que según el crítico Roger
Ebert esta película no solo es una de las grandes de la historia, sino que ese
número es magnífico porque expresa el romance de los personajes sin necesidad
de diálogo, y el propio título lo señala: si nunca pueden bailar, no hay nada
más. Hermes Pan sabía esto.
El baile a favor de la historia
era también del interés de Michael Kidd. A diferencia de lo que se dice de Gene
Kelly, el trato que procuraba Kidd con sus actores era apacible y amable. El
número Barn Raising Dance en Siete novias para siete hermanos es un
duelo de baile entre los siete hermanos campesinos y los muchachos citadinos
para ganar la compañía de las mencionadas novias. El personaje de Jane Powell
ya los ha afeitado, peinado, vestido, perfumado y enseñado modales, y están por
demostrarles a las chicas que deben preferirlos sobre el grupo citadino. El
baile es acrobático, enérgico, responde a retos, a quién puede dar la mejor
impresión de fuerza, equilibrio, destreza y gentileza. El baile debe responder
a la historia, le insistía Kidd al director Stanley Donen, y así era.
El reconocimiento que pudieron
haber tenido Pan y Kidd en aquel encuentro fugaz encierra años de admiración y
respeto por el trabajo del otro. El gesto de Michael Kidd –asentir tras saber
que acaba de conocer a Hermes Pan– y viceversa, es reconocerse en la pasión por
el oficio, y nada más, porque con eso es suficiente. Se trata de hombres a la
sombra, con un oficio que procura el brillo de otros. Su manera de llevarlo en
un medio tan vanidoso está contenido en el asentir de cada uno con Jerry
Jackson en el umbral de los estudios CBS. Reconocerse únicamente en lo que les
gusta hacer, asentir, y continuar haciéndolo.
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